Somos una zapatería del pasado, una máquina del tiempo, una boutique de otra época. Recogida, artesanal, familiar. Nuestros zapatos no se fabrican, se hacen. De uno en uno, delicadamente, a mano, con ternura, con oficio, muchas veces bajo encargo. Y en España.
Comme il faut. Por increíble que parezca, aquí huele a cuero, a pegamento, a parquet, a París, a vela, a
macarons, a cuento, y huele a caprichos, y a milagro, ¿o no es un milagro poder jugar con colores diferentes y tipos de piel?